LIDIA BUENO, MARTA SABATÉ, INGRID LÓPEZ Y JENNIFER MORENO
Un mercado digital legal es posible en España. La industria ha hecho una firme apuesta por las tiendas on-line. Sin embargo, ahora es preciso protegerlo.
El mercado de la música en España atraviesa en la actualidad un debate: la música ha bajado mucho sus ventas en formato físico y poco a poco se intenta impulsar el modelo de negocio de la música digital. Ante esto las discográficas se encuentran con algunos problemas como el de la tradición española de descargar la música ilegalmente por internet para evitar el pago.
Mercado de la música actual
En los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, desde al año 2004 las ventas físicas han ido disminuyendo poco a poco. La tendencia del mercado digital, en cambio, ha sido ir creciendo levemente. Esta oposición es la que ha permitido a la industria discográfica apoyarse e impulsar el nuevo modelo de venta.
En España el modelo digital avanzaba muy lentamente, tanto que en 2008 sólo suponía el 11% de las ventas totales. Aún así se seguía impulsando el modelo ya que era el único segmento que experimentaba un crecimiento. A pesar de todo esto la esperanza de las discográficas, músicos y cantantes era bastante pesimista en cuanto a las mejoras que les permitieran crear grandes beneficios.
Todo cambió en el año 2011, el desplome de ventas fue de un 3,3%, era la cifra más leve de toda la década. Por primera vez, en los últimos diez años, las cifras de la International Federation of the Phonographic Industry ofrecían argumentos alentadores. El crecimiento de los modelos de música digital permitía augurar un futuro menos desolador que los anteriores años. Esto se debía a que la venta de discos había experimentado una caída de un 10,7 % respecto al año anterior, cifra negativa por undécimo año consecutivo, pero las ventas digitales habían aumentado hasta suponer un 31% del negocio.
El barómetro anual de la IFPI ponía en relevancia que los ingresos por música digital habían aumentado un 8% en todo el mundo en el año 2011 y que por lo tanto la tasa de crecimiento era superior a la del periodo anterior.
El dato esperanzador de España era el del joven cantautor Pablo Alborán que vendió más 120.000 discos digitales mostrando así que el incremento del negocio digital era más acentuado. Aún así, España es el país europeo líder en piratería. Un 42 % de los internautas españoles visitan, al menos una vez al mes, páginas con contenidos que vulneran los derechos de autor, lo que le sitúa a la cabeza de los países europeos (27 %) y muy por encima de la media mundial (28 %). Por este motivo IFPI seguirá la evolución de la llamada «ley Sinde» y continuarán presionarán a España para que ataje la piratería. En el mismo informe Rob Weels, presidente del área digital de Universal Música, afirma que «España debería ser el centro neurálgico del repertorio para Latinoamérica y la población hispana de Estados Unidos» pero, en cambio, «es un mercado moribundo por culpa de la piratería».
El mercado digital de música en España experimenta, no obstante, un incremento apreciable y supera el 31%, a sólo un punto de la media global. Sin embargo, en Corea del Sur, donde hay nuevas leyes contra la piratería, el mercado está creciendo y ahora está extendiendo su repertorio mucho más allá de sus fronteras.
Si comparamos los datos españoles con otros países se puede mostrar que España va a la cola en el mundo de la música digital, pues ha provocado que en algunos países este negocio sobrepase la mitad del consumo de música: en EEUU representa el 52%, en Corea del Sur, un 53% y en China, más del 70%.
Aún así, la música digital no es igual de importante en todos los países. La música digital ha conseguido aportar 4031 millones de euros en el último año, lo que representa unas muy buenas cifras. Según destaca Frances Moore, directora ejecutiva de la IFPI, “hemos conseguido que la música digital represente el 32% del mercado total, por encima de lo que sucede con la industria cinematográfica que tiene el 1%, los libros que obtienen un 4% y los diarios digitales donde han conseguido un 5%”.
Cambio de hábitos en los consumidores y multiplicidad de plataformas
La elección del consumidor se ha revolucionado durante los últimos años con los nuevos modelos de consumo y acceso a la música, y el despliegue de nuevos y los ya existentes mercados. Se están logrando avances importantes para el desarrollo sostenible y legal en sector digital de la música. Las compañías discográficas están construyendo un exitoso negocio digital de la música, a pesar del entorno en el que operan, donde que tienen que luchar por dejar al margen un mercado ilegal muy arraigado des de la llegada de Internet a nuestros hogares.
Napster fue la primera gran red P2P, su tecnología permitía a los aficionados de la música compartir sus colecciones con otros usuarios. En julio de 2001 un juez ordenó el cierre de sus servidores alegando violaciones de los derechos de autor. Esto provocó que sus clientes se pasaran a otros softwares P2P, dónde ahora la empresa sólo pone el software, como Ares Galaxy, Emule, Kazaa o eDonkey2000. La polémica de derechos de autor siempre ha acompañado a estos softwares gratuitos.
Pero con Internet también llegaron los nuevos modelos de negocio. En la distribución de música digital podemos distinguir de forma genérica entre dos modelos de negocio diferentes: la suscripción mensual a servicios de música online y la compra de canciones o álbumes completos, en las que el pago se realiza por descarga.
En el pago por descarga, la compra de canciones sigue un modelo similar al de la distribución física en tiendas de música, la diferencia está en que pueden descargarse canciones individualmente.
En el segundo tipo de modelo, la suscripción mensual, el cliente tiene pleno acceso a toda la música de la que dispone el proveedor y permite escuchar las canciones a través de la tecnología streaming. Esto significa la reproducción online y automática, y sin necesidad de descargas, de toda la música. La suscripción mensual también significa nuevas vías de ingresos para las discográficas. A demás de el servicio de prepago, también está el de pago por escucha de una canción en streaming, por 0.01€, un modelo que todavía está por comprobar si resulta competitivo.
iTunes es un reproductor de medios y tienda de contenidos multimedia desarrollado por Apple, para reproducir, organizar y comprar música y sincronizar sus dispositivos.
El precio de una descarga actualmente es de 1-1,25€ por canción en Europa. En la distribución física de música no se practica esta política de precios fijos, por ello las compañías discográficas están intentando presionar para aumentar el precio de la descarga. En el caso de descargas de álbumes completos el precio medio está en 10€. Según la compañía de análisis NPD Group, iTunes representa actualmente más del 70% del mercado de descarga de música legal en el mundo. Este modelo, destina el 70% del ingreso por cada canción a la industria discográfica. Este es un punto clave para entender el éxito del modelo, que pasa por lograr el beneplácito de las discográficas y que éstas accedan a firmar acuerdos con Apple. Sony ha seguido una estrategia similar a la de Apple; vender sus propios reproductores (Walkman) y un servicio de música y tienda específico (Sony Connect), y con éxito, pero con menor eficacia que la empresa de Jobs.
El primer competidor directo de iTunes a fecha de hoy es Spotify, una aplicación que permite reproducir música en streaming desde distintos sistemas operativos y dispositivos móviles. El programa fue lanzado en 2008 al mercado europeo -7 años más tarde que iTunes- y ya ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music y Warner Music, entre otras. Existen tres modalidades de acceso, de acuerdo con las diferentes necesidades de los usuarios, y evidentemente, de distinto presupuesto: Open (gratuita y financiada con publicidad), Unlimited (música sin límite y sin publicidad) y Premium (con las mismas ventajas que Unlimited más la posibilidad de escuchar tu música sin Internet o escucharla des del móvil). Otro programa similar, de música en streaming, es Grooveshark, que el pasado mes de febrero anunció que el servicio dejaría de ser gratuito y requeriría una cuota mensual por presión de las discográficas.
Internet ha abierto otros caminos en el negocio de la música digital, la música en la nube. Estos son los últimos servicios lanzados al mercado, basados en la computación en la nube, así como iTunes Match, que se han convertido en una realidad en el mercado ayudando a impulsar la popularidad de la descarga. La computación en la nube significa un cambio de paradigma, un concepto que incorpora el software como servicio y la Web 2.0 para satisfacer las necesidades de los usuarios. Este modelo, todavía en pañales, implica la centralización de las aplicaciones y los contenidos y la necesidad de conexión a Internet.
Todas estas plataformas han nacido en el si de la web 2.0, donde toda la comunidad puede interactuar entre si, por ello es necesario acabar el recorrido por las distintas formas de adquirir música nombrando a Myspace, uno de los pioneros. Myspace es la mayor red social del mundo, que pone a disposición de sus usuarios millones de canciones gratis y la posibilidad de comprarlas sin DRM (protección anticopia). Se trata de un modelo de negocio lanzado en 2003, dónde los usuarios interactúan entre sí en una perfecta simbiosis de red social y biblioteca musical. Este nuevo modelo de negocio para la música se asienta en tres pilares: descargas, publicidad y productos relacionados. Con más de 8 millones de artistas y bandas en MySpace Music, algunos se dieron a conocer a nivel internacional gracias a esta página, como es el caso de Artic Monkeys, Lily Allen o Sean Kingston.
Ley Sinde-Wert
El pasado 1 de marzo entró en vigor la llamada ley Sinde-Wert, que tiene como objetivo acabar con la piratería y las descargas ilegales en España, para acabar con ello, esta ley permite que personas dependientes del Ministerio de Cultura puedan decidir si cerrar aquellas páginas webs que, según sus propios criterios, vulneren los derechos de propiedad intelectual con previa autorización de los Juzgados Centrales.
Esta nueva ley llega a España después que el FBI estadounidense detuviera al dueño de Megaupload, Kim Schmitz,- página donde se ofrecía descargas de contenidos ilegales-. Este hecho ha provocado que muchas páginas webs que contenían enlaces de contenidos protegidos fueran eliminados y muchas de estas páginas han tenido que ser cerradas, además los usuarios Premium perdieron toda su información y el dinero que habían invertido, como manifiesta, Álvaro Ares “ yo tenía una cuenta en la que compartía archivos importantes con mis compañeros y el cierre inesperado de la web supuso la pérdida total de todos los documentos, sin ninguna compensación por los daños causados”.
La ley Sinde, a diferencia de las leyes en Francia o Inglaterra, no persigue ni castiga al internauta, sino que ordena la retirada de los contenidos en un recurso de forma rápida y sin sanciones. Todavía no se tiene claro cuáles son los criterios que aplicará la comisión para retirar un contenido y la interrupción del servicio, ya que no es lo mismo quitar un simple enlace que cerrar una página web.
De momento, no se ha contemplado ningún beneficio oficial en el mercado musical, pero se cree que esta ley ayudará a subir las ventas digitales. Aunque en otros países europeos, como Francia o Reino Unido, que castigan con multas económicas al internauta, no están teniendo incidencia relevante en el volumen de descargas, hasta el momento.
Pero como toda ley, siempre hay algún colectivo que se opone y que en modo de protesta han llenado sus blogs y páginas webs de enlaces de contenidos protegidos, yendo en contra de la ley, ya que afirman que esta ley tiene un principio de ambigüedad que contradice la jurisprudencia de la justifica española, ya que “el ánimo de lucro” de la ley Sinde, añade como causa resolver a favor del solicitante el “daño patrimonial” sea real o previsible, una vaguedad que deja un amplio margen de interpretación al criterio que aplique la administración, como ya hemos comentado anteriormente, aún no se tiene claro cuáles serán los criterios para juzgar al demandado.
Otros aseguran que, por el contrario a esta ley, los internautas están regresando a los sistemas olvidados P2P (Peer to Peer), que permiten intercambiar archivos entre particulares, como los programas ya conocidos “Ares” o “Emule”. Pero los oponentes a esta ley, no sólo son consumidores de música sino que algunos socios de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) se oponen a esta ley, que en principio les favorece. Estos autores creen que las descargas en internet son beneficiosas para sus carreras musicales. Internet les ha dado, hasta el momento, mucha proyección, conciertos en el extranjero y de esta manera la gente tenía acceso a la música sin mediar con una distribuidora o una casa de discos.
Muchos artistas utilizaban internet, para promocionarse y darse a conocer en todo el mundo, ya que con las discográficas españolas hasta que no se vendían más de 50.000 discos no se promocionaban en Latinoamérica. A día de hoy, el grupo La Pegatina ofrece su música a todos sus seguidores a partir de los enlaces incrustados en su página web oficial. El objetivo de este grupo, no es conseguir vender el máximo de discos, que no lo descartan, pero el principal objetivo es darse a conocer y que la gente disfrute en sus conciertos. Allí donde van llenan las salas y ya han recorrido medio mundo, pasando por Holanda, China y Sud-América.
Steve Albinis, productor de música, critica a las discográficas y manifiesta que “la piratería es la gente que escucha música y la comparte con otras personas, y esto es bueno para los músicos, ya que amplía la audiencia”. Silvia Pedreira, una joven compositora y cantante que opinó sobre el tema, recientemente, en una entrevista. La cantante afirma que la descarga de música por internet no debería ser penada ya que la gente lo utiliza de manera personal para escuchar las canciones de sus artistas favoritos, además cree que puede ser bueno para dar a conocer a nuevos artistas que están empezando y para que la gente pueda escuchar todo tipo de música.
A pesar de esto, también piensa que si la gente deja de comprar CD’s, muchos artistas acabarán desapareciendo y otros nunca llegaran a darse a conocer. Afirma que la industria de la música está atravesando una gran crisis, en la que ella también se ha visto afectada y a la que ve como solución que los cantantes se adapten a estas nuevas tecnologías y busquen otras formas para poder lanzar sus discos.
Así que, la ley Sinde a quien favorece de verdad es a las discográficas y no a los músicos, ya que anteriormente, los sellos discográficos enganchaban a los artistas y les daban muy poco margen. El músico ganaba muy poco dinero mientras las casas de música se llenaban los bolsillos. Con internet éste panorama cambia y los usuarios se rebelan perjudicando los intereses de las discográficas que exigen una solidaridad al consumidor que nunca tuvieron ellas.
Perspectivas de futuro
Los profesionales del mundo de la música creen que el mal mayor de todo esto son las discográficas, que cobran y anuncian impunemente contenidos y que a la vez parece que sean intocables, ya que nadie va en contra de ellos. Los internautas ya pagan por tener internet, a quien se le debería pedir cuentas son a las grandes tele operadoras, opinan muchos artistas.
Además, Facebook tiene en mente crear una nueva página de descargas propias, con el objetivo de reducir la dependencia de sus ingresos publicitarios y a la vez incrementar los ingresos promedio por usuario. Está nueva página uniría Facebook Payment con el App Center de la red social, creando una tienda de bienes digitales, que contendría películas, libros, música y aplicaciones.
El futuro modelo de negocio está en Internet, lo importante es que los artistas se den a conocer de forma libre, sin intermediarios, ya que estos hacen que los músicos tengan muy poco margen. Con el uso de internet muchos grupos se han dado a conocer en países donde aun no habían publicado discos y de esta manera, han podido actuar en grandes conciertos. Aunque a día de hoy, también hay músicos que están en contra de poner sus canciones en internet, ya que no creen factible esta manera de promocionarse y prefieren ir al compás de las discográficas. El claro ejemplo, que el mercado digital funciona son los datos ya revelados anteriormente, en los que se ve claramente que promocionarse libremente por internet es beneficioso para los grupos musicales.
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